domingo, 1 de noviembre de 2009

Con pocas ganas

Eso. No ha sido una semana excepcional, que digamos. Ayer por la tarde, sin ir más lejos, fue un completo fiasco. Llegamos a tiempo al partido, pero por cosas que pasan, teníamos todo un partido de baloncesto por delante nuestra. No me extenderé en los detalles, simplemente después de esperar 2 horas para empezar a jugar, lo hicimos de pena. No era nuestro mejor día, y, de entre los míos, debía de ser de los peores... Tan tarde empezamos, que hasta las 10 de la noche no dimos salido de Orense, con lo cual llegué a casa de Omar a las 12 de la noche. Tarde, tarde, tarde. Y, claro, tan tarde que tuvimos que ir caminando a fuego hasta la otra punta de Coruña. En el trayecto, mi pie izquierdo sufrió una pequeña rozadura, pero fue fuerte y aguantó el tipo hasta las 2 y media de la noche o por ahí.
Además, toda Coruña estaba plagada de mis paisanos, todo asturianos, y eso que el Sporting está jugando ahora. Iba a verme con una de mis amigas, pero mi pobre piesito no daba más de sí, por eso nos fuimos prontito a dormir. Aún ahora se queja un poquito.

He de decir que el fin de semana no tuvo sólo cosas malas. El sábado por la mañana, después de llevar el coche a la inspección del primer año (por cierto, un/a capullo/a me rayó el lateral del copiloto, HdP!!) estuvimos dando un paseín hasta casa, y pasándolo bien un rato, hasta que salimos de nuevo a buscar mi coche. Luego fuimos al outlet de El Corte Inglés, donde me compré unas Kangooro blancas, y unas gafas de ventisca para la nieve (6€, wow!). Un chollo.

El resto de la semana pasó igual que siempre. Me han comentado que van a empezar cursos de padel en el gimnasio municipal, así que igual me apunto, que esta semana va a ser la última que vaya todos los días a entrenar. Llego al viernes muerta de agotamiento, tengo que pensar en mi salud. A ver si empiezo a notar los efectos de las vitaminas...

A ser felices.
¡Puxa Asturies!

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