lunes, 31 de agosto de 2009

Nueva Semana

Pues aquí me encuentro, de vuelta en "el pueblo", y viendo la tele. Pasando un poco el rato antes de dormir, vaya. Empezando la semana con buen pie, haciendo bastantes horas, y a puntito de cobrar el mes y cambiar de casa. Tengo una mosca tocando las naricillas, pero por lo demás muy bien. Aunque echo de menos estar en la patria chica.

El sábado volví a salir, y volví a llegar por la mañana a casa. Con una parada intermedia a dormir, por suerte para mi ciclo de sueño. Y, también por suerte, en el tren pude dormir hasta Ribadeo, y hasta llegué puntual a la estación. Ciertamente un buen fin de semana.

Ya he hablado con las caseras, la actual y la próxima, y ya lo tengo casi todo arreglado. La semana que viene, cuando vengan mis padres de vacaciones, les endilgaré la mudanza mientras yo trabajo, que para eso tienen tiempo libre, ¿o no? El fin de semana aprovecharé para ir gusrdando cosas que no sean de primera necesidad para la comida de lunes y martes, y así ir ahorrando tiempo. Como la mayor parte de la ropa, los libros que no estoy leyendo, los apuntes, etc, etc. En fin, me va a sobrar espacio en mi nuevo ático, debe de ser más del doble de tamaño que éste. Y aquí no me sobra, pero tampoco estoy justa, salvo en la cocina. Ya tengo ganas de cambiarme, solo para encontrarme más a gusto con mi espacio.
Bueno, y también para estar más cerca de mis mini-vacaciones a Salou. Para qué negarlo, ¡me muero de ganas!

Bueno, la serie se termina, y yo tengo que irme a dormir que mañana por la mañana tengo la clínica para mí solita. O casi. Se nota mucho bajón en los pacientes ahora al final de verano, más que nada porque los turistas ya se vuelven a sus casas, y como muchos médicos aún están de vacaciones, las mutuas no nos mandan nuevos pacientes hasta dentro de unos días. Así que tenemos bajón de asistencia.

En fin, buenas noches, y buena semana.

Pd: tengo que empezar a programar las actualizaciones, que ésta me ha salido muy dispersa xD

sábado, 29 de agosto de 2009

Cosas nuevas

Bueno, en dos días que no he actualizado (por buenas razones: estoy en casina) me han pasado un par de cositas buenas. La primera de ellas, que el tren llegó puntual, casi casi al segundo. Es una novedad a la que no estoy acostumbrada, aunque me imagino que ahora en invierno no haya tanta gente viajera.

Pues eso, que estoy en la tierrina, y disfrutando como una enana unas fiestas de las buenas. El jueves, nada más llegar a casa, bajé al concierto compartido de Álex Ubago, Pastora Soler y compañía, pese a que estaba orbayando. Nos mojamos un montón, pero lo que me prestó no está escrito. Y eso que me perdí la mitad del concierto...
Anoche me lo pasé pipa, aunque creo que me intentaron robar, porque me encontré con una de las asas del bolso como cortada. Menudo mosqueo pillé, aún así hasta las 5 de fiesta. Y hoy espero que haya más de lo mismo, no sé en qué estado de somnolencia voy a ir el lunes al trabajo, jajaja.

En fin, hoy entrada cortita, que tengo sueñito atrasado. Otro día más =)

Pd: Los fuegos, una caca, eh...

miércoles, 26 de agosto de 2009

Presentación II: Mi casa

Mi casa... bueno, no es mía, es donde resido. Pero seguiré diciendo "mi casa" por el momento. Pues eso, mi casa es un ático. Dicho así, parece una buen sitio donde vivir, ¿verdad? Pues aquí nada de estereotipos, porque no es un ático al uso. De hecho, más que un ático es un desván arreglado. Es pequeño, no muy luminoso, casi todo de madera, y... ¿ya he dicho que es pequeño?



En fin, no tiene calefacción (aunque estos meses eso me ha dado totalmente igual), el baño no tiene ventana, ni cortina de ducha en la bañera, así que lo dejo todo perdido cuando me ducho en casa. Las dos habitaciones son pequeñas (como no), pero se aprovecha bastante bien el espacio. La iluminación está compuesta por simples bombillas, simplemente, sin lámparas ni pijeríos. El tendal está fuera, pero fuera hasta del portal. Tengo que andar subiendo y bajando escaleras cargada de ropa cada vez que pongo la lavadora, y bajar por esas escaleras no es moco de pavo. Te subes un piso (unos 3 metros) en unas escaleras que tendrán de longitud otros tantos. A poco que te descuides, tropiezas en todos los escalones, y una caída por algo tan empinado puede hacer mucha pupita. Lo que se ve abajo del todo es la entrada de mi casa. Sin timbre ni ná.

Podríamos decir que me quejo de vicio. Yo aquí vivo bien, de espacio para mí no me quedo justa, la verdad. Salvo para comer y planchar, pero son males menores.

Otra cosa importante es la situación del piso. Que ahora en verano, como la calefacción, no me importó en absoluto porque apenas hizo frío. Pero, ¡ay, amigo! ahora al acercarse el mal tiempo, lo veo clarito. No puedo vivir fuera del pueblo, aunque sean solo 100 metros fuera. Para ir a trabajar (y a cualquier otro sitio, la verdad sea dicha) tengo que recorrer un trecho por el arcén de la carretera general, pasando a mi lado camiones, coches y autobuses. Y eso con el asfalto mojado... malo. Y ya si te digo que muchos días me toca volver ya entrada la noche pasando al lado de un aparcamiento-solar sin asfaltar, igual se comprenden mejor mis quejas.

El otro punto importante es que en la casa hay carcoma. Es peliagudo, porque todo, menos la cocina y el baño, es de madera: suelos de parquet, escaleras, mesita de noche, patas de una de las camas, armarios de ropa, sillas, estanterías... La mitad de esas cosas se encuentran ahora como queso gruyère. Y en el caso de las escaleras es hasta peligroso, porque como se rompa una tabla, a ver quien es el guapo que sube por ahí después.
No penséis que no se lo dije a los caseros. Pero por lo visto, como les dije que principalmente se veia en los armarios y en las patas de una cama, no debieron de romperse más la cabeza y solo trataron esas partes. Cierto es que hace tiempo que no veo un bichejo de ésos, pero cada día veo agujeros nuevos en los muebles, y cuando hago limpieza me salen montoncitos de serrín. Es algo que realmente me preocupa. Pero, ¡hey!, los muebles no son míos. De hecho, me voy a cambiar de casita. No es que me dé igual, pero como parece que a mis caseros sí, tampoco me voy a andar comiendo la cabeza.


En fin, hoy ya he ido a ver otro piso. Otro ático. Que cumple con los estereotipos. Tiene ventanas en todas las habitaciones (y no de las de tejado, como en mi cocina), cortina en la bañera, una cocina el doble de ésta, un hall-salón-comedor que quita el hipo, dos habitaciones... Y lo mejor de todo: es muy céntrico, y ¡tiene calefacción! Son acumuladores eléctricos, pero es mejor que nada. No me quiero hacer ilusiones, el alquiler es más de lo que estoy pagando ahora por mi "querido" zulo. Pero sólo por la calefacción, ya creo que merecería la pena.


Por cierto, hablando de casa: mañana me voy a Avilés, ¡por fin! Tengo ganas de salir de fiesta, pero... controlando, ¿eh? =)

martes, 25 de agosto de 2009

Presentación: mi trabajo

En fin, dado que mi primera entrada no decía mucho acerca de mí (salvo que se me suele ignorar, cosa no del todo cierta), poco a poco iré desgajando mi personalidad en las entradas de mi recién estrenado espacio bloguero. Pero lo primero es lo primero. Este blog es para contar mis aventurillas en este lugar de la Galicia Superficial (es solo porque no es profunda) llamado Ortigueira. Antes de nada, aclarar dos cosillas para los que no lo sepan:
1. Llegué aquí de chiripa. Encontré una oferta en un portal de Internet, y eché el currículum. No me esperaba ni yo que me llamasen para venir, porque supuse que habría un montón de candidatos, teniendo la escuela de fisioterapia en A Coruña. Pero, por lo visto, todos esos fisios no quieren desplazarse de su lugar de residencia habitual. Al final me enteré de que a mi jefa la habían dejado totalmente colgada, y tuvo que recurrir a mí. No es una queja, que conste. Estoy encantada.
2. No tengo nada en contra del pueblo, pese a lo que pueda parecer en un primer momento. Me gusta el paisaje, la villa en sí, la playa y sus alrededores… ¡Pero es que está tan aislado! Como no tengo coche (aún), normalmente tardo en volver a casa unas 5 horas. En tren, claro. Y suerte que tuve, que tengo una estación que me lleva hasta Pravia a 15 minutos a pata, que si no…

Es comprensible que necesite sentirme más cerca de mi tierrina y de la mio xente, aunque solamente sea de forma virtual. Que mucho tuenti y mucho feisbuk, pero aquí la menda recibe comentarios de pascuas en ramos. Y visitas físicas, pocas.

(Respiración profunda… Relajación…)

Retomamos esto con un nuevo enfoque del caso. Esta vez con tres puntos, que iré poniendo en esta y otras entradas subsiguientes: mi trabajo, mi casa y el deporte.

Aunque monótono, me gusta mi trabajo. Resulta gratificante pensar que estoy ayudando a otras personas a conseguir un cierto bienestar físico. Ciertamente tiene partes malas, como el hecho de estar dando masajes varias horas seguidas, los cinco días de la semana, y acabar un viernes con las manos doloridas, pero creo que compensa.
Tampoco son muy agradables ciertos pacientes. Daré pocos detalles de éstos últimos, por la confidencialidad obligada por ley y tal, pero alguna anécdota caerá. Como que el baño de la clínica está muy orinado últimamente. Pero por gente que no atina. No tienen la culpa, pobrecitos, pero… ¡puaj!
Salvo ahora en verano, el resto del año los pacientes son casi todos conocidos, es lo que tiene trabajar en un pueblo donde solo estamos nosotras de fisios. Es como trabajar en familia. Una muy grande, pero todos nos conocemos a fin de cuentas. Si alguien de Ortigueira ha leído esto, seguro que ya sabe quien soy. No sé si estaré dando demasiados datos sobre mí, pero bueno, ya está hecho.

Pues a eso se resume mi vida por aquí, hasta la fecha: trabajo, trabajo y trabajo. Salvo los días en que recibo visitas o en los que me marcho yo, es lo que hago. Algo de ejercicio también, aunque no lo suficiente. La vagancia es lo que tiene… Pero podría ser peor.

La próxima entrada la dedicaré a mi casa. Y ya veréis por qué me quiero cambiar.

lunes, 24 de agosto de 2009

Mi Primera Entrada

Hola. Esta es mi primera entrada. Y aún no estoy muy convencida del porqué...

Obviamente, estoy lejos de casa. Es una forma fácil de tener informada a la familia sin gastar un euro en llamadas. Pero no es por eso.
Estoy en un sitio que, socialmente, está un poco muerto. ¿Cómo que un poco? ¡Está cadáver del todo! Aquí para conocer gente, en vez de salir un finde, te vas cualquier tarde al gimnasio o a la piscina municipal y listo. Más que nada porque los findes no hay por donde salir. Pero no, tampoco es por eso.
Igual es que la monotonía ha podido conmigo, y el aburrimiento me empuja a hacer algo nuevo... Pero es algo contradictorio, porque espero poder actualizar bastante a menudo, y eso ya sería crear una nueva rutina. Nueva, sí. Pero rutina al fin y al cabo.

Después de pensarlo un rato, creo que me decidí a hacer este blog por dos razones: la de satisfacer mi propio ego creando un diario (no muy íntimo, por suerte) que espero poder llevar al día, o a la semana; y la necesidad de contar mi día a día. Por mucho que hable con mi gente, no llego nunca a contar todas las cosas que me gustaría, por eso espero que no se me olvide nada al ponerlo por escrito.
Con lo cual, es evidente que este blog está dedicado a todas aquellas personas (asturianas o no) que quieran saber algo de esta fisio exiliada. Que seguro que no muchas me van a hacer caso... pero bueno. Estoy acostumbrada a que se me ignore, ¿a que sí?

Para ser mi primera entrada, no está mal. Bien tampoco, oyes, soy realista. Pero por algo se empieza.