martes, 15 de septiembre de 2009

Tiempo ha que no pisaba estos lares...

¡Por fin una nueva actualización! Tengo un poco de tiempo entre hacerme la cena y llegar del currele, así que voy a aprovechar para poneros al día.

Llevo tanto sin actualizar porque no pisé casa el tiempo suficiente como para ponerme con el ordenador. El martes pasado, vinieron mis padres a visitarme, y el jueves de noche nos volvimos para Avilés. El viernes, Omar y yo cogimos un avión para ir a Port Aventura el sábado, y volvernos el domingo. Y ayer acompañé a mi hermana a vacunarse, fui a por los presupuestos de seguro del coche, y luego me tiré la tarde de viaje y entrenando. Como veis, será una entrada bastante larga.

Veamos… La visita de mis padres no da mucho de sí para contar, porque yo mientras tenía que trabajar. Pero bueno, el miércoles comimos en Cariño, y luego fuimos al cabo Ortegal, que menudo vientecito, y vaya acantilados más pequeños y poco afilados (ironía!). Por la tarde-noche, nos acercamos a San Sadurniño, pa’ que yo conociera a mi ya actual equipo de voley, y hasta entrené y todo. Así estaba al día siguiente de agujetas… Luego volvimos para casa, cenamos pizzas, vimos la tele, y preparamos las maletas, que al día siguiente dejábamos el nido temporalmente.

El viernes, tras hacer las maletas y visitar a mis abuelas para despedirme, tiramos dirección Santander para pillar el avión. Comimos en el Royal III (la casa azul – Los Tánagos), y llegamos con mucha antelación al aeropuerto. El vuelo salió con retraso, pero volamos bien, y cómodos, y llegó con bastante puntualidad a Reus. Para ir hasta Salou, que es donde teníamos el hotel, pillamos el autobús (¡¡10€ ida y vuelta!!), nos cogieron los datos para saber por donde recogernos el domingo, y nos dejaron a 100 metros del hotel. Llegamos justitos para cenar en el buffet.
Al día siguiente, por la mañana, desayuno buffetero, con tostadas, cereales, frixuelos, colacao, zumos, huevos, y demás, forrando bien el estómago para no tener que gastar en comida en el parque, que lo ponen muy caro. Fuimos caminando hasta la entrada (15 minutos largos), y luego fuimos caminando, pasando por todas las zonas, hasta China, que estaba cerrada. Esperamos solo 5 minutos, y fuimos directos para el Dragón Khan, peeeeeero estaba fuera de servicio temporalmente. Volvimos sobre nuestros pasos, y fuimos al tren de la mina, o El Diablo, luego a la caída libre (brutal, del todo), Tomahawk, Stampida (tremendísima), Rápidos, troncos locos, Tutuki Splash!, Dragon Khan (por fin, una auténtica pasada, y no me mareé!), Sea Odissey, y Furius Baco (impresionante). Contando que era sábado, y que hacía buen día, obviamos el hecho de que tuvimos que esperar mucho tirando a demasiado en según que atracciones (Tutuki y Stampida), pero en otras nos coincidió muy bien. De todas formas, no nos dio tiempo para repetir en ninguna, nos fuimos de tiendas a comprar los regalos para nuestra gente. Y otra vez que casi nos quedamos sin cena, en fin.

Como teníamos el 2x1 en entradas, al día siguiente volvimos un rato para hacer fotos y comprar cosas que se nos había pasado, y luego estuvimos esperando una hora a un autobús que no pasó. Después de llamar a los teléfonos de información, y de que nos cayera una tormenta de verano encima, llamamos a un taxi para el aeropuerto. 30 eurazos ni más ni menos. Y estamos a la espera de que nos respondan a la reclamación que pusimos, que no sé si haremos algo, pero bueno. Salvando ese “detallito”, el vuelo de vuelta fue mejor que el de ida, el parking del aeropuerto de Santander tiene un precio bastante aceptable, ¡y las corbatas del Royal están cojonudas! ^^

Bueno, y el día de ayer se pasó prácticamente el mi viaje de vuelta a las Galicias. Llevé a Omar a Ferrol para que cogiese el tren hacia Coruña, y luego yo me fui a entrenar. Me lié un poco con el TomTom, pero bueno, gajes del oficio. Y después, de noche con un faro sin conectar, por la carreterita de Ortigueira, vaya peligro. Menos mal que se me ocurrió poner las antiniebla, que si no iba más bien ciega.

Y hoy estoy con agujetas, sin leche de brik, y a punto de cenarme una ensaladita. Este finde, como ya tengo coche, me vuelvo para la city, así que espero que alguien nos llame para salir. O para tomar algo, como poco.

¡A ser felices!

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